27.11.07

Natalicia

Se va a llamar Natalicia, aunque yo no elija el nombre.
Cuando la vean anónima o escandalizada, soberbia con sus vestidos, sabré que es mía, que me pertenece. Cuando se sienta destruída, equivocada, rechazada, envuelta en miles de sintomas inexplicables, absurdos, como un latido en el oído, estará lista para la locura.
Entonces, siento, que no enloquecerá, se tirará sobre su cama durante horas.

Qué destino le espera a Natalicia?
Y que haría ella para cambiarlo?
Supongo que nada o todo, ni ella sabría como hacer las cosas, y si las hiciera es probable que al instante olvide como las ha hecho.
Sin embargo ya la quiero, la quiero por sus distracciones, no es pena, la quiero por sus pies pequeños, mareados, que no saben lo que pìsan, la quiero porque es callada, ausente, fría.
La quiero, en fín...

23.11.07

de oski

selección de personal

recién salgo de una entrevista de trabajo que transcurrió en un cubículo gris, con almanaques y llaves colgando.

El entrevistador me cayó bien, hablamos de básquet femenino y me convidó gomitas masticables de color rosa.
Ahora estoy haciendo tiempo, tomando un cortado americano (en jarrito) en un bar sobre avenida Córdoba. El lugar está integrado por maderas, espejos, arcadas y tulipas. El café es bueno. Hay un sólo televisor que está prendido en un canal de fútbol. Solo entran hombres al café. No hay mujeres.
Dos ventiladores de techo están funcionando, afuera 32º grados de sensación térmica.
El plato de la taza de la quew tomo está sucio. Un hombre entra y pide una cerveza en porrón acompañado por los clásicos maníes. Los come a todos.
El único mozo está sentado con su moño negro al cuello mirándo la televisión, escucha atento lo que dicen de Riquelme.
Cuando era adolescente jugué al basquet femenino. No era buena, nunca fui buena para los deportes.
Estar cambiando de trabajo no es algo que elegí, es algo que sabía.
Exagerando.
pero, siento miedo.
La mesa donde estoy sentada se mueve. El bar se llama Escorpio´s.
Hay un escorpión gigante tallado en madera colgando de una pared. Me dá miedo.
Cuando era chica con mi madre juntábamos unos alacranes en unos frascos para el insectario de la escuela. La verdad es que mi madre metía esos alacranes plateados en los frascos. Yo miraba la escena.
El mozo está detrás mío abriendo una heladera. Siento frío en la espalda.
No estoy ni triste ni contenta
Estable, más bien contenta, sí.
Mis uñas no mejoran.
El tipo de la cerveza ya se va. Creo que la tragó en tiempo récord.
Mi taza se quedó pegada al plato por la mugre.
¿Dónde voy? a hacer lo mismo de siempre, hacer y creer que hago algo.

15.11.07


cambiamos el foco
Recibir llamados por la mañana me dá tristeza e incomodidad.
Si ya estoy levantada es porque estoy apurada, haciendo cosas, por salir. Pienso en que estoy agotada, y dejo que el teléfono suene. Si estoy aún acostada no me levanto.
El sonido del teléfono de casa es desgraciado, tanto como un timbre de escuela.
El aparato es prestado, pésimo y nunca hay mensajes de personas que llamen durante el día. Siempre suena cuando estoy.

13.11.07

sin pudor

Unas mujeres fumadoras salen de una iglesia. Salen y fuman ni bien pisan la vereda.
Todas de cabello largo. Son mujeres provincianas que van hablando, mientras fuman.
Los que estamos cerca podemos escuchar lo que dicen.
Hablan y se reaniman con cualquier tema, psicoanálisis, trenes, iglesias y santos, calles y diagonales, ministerios, palacios legislativos.
No sienten pudor, ninguno de nosotros sería capaz de hablar así,
libremente.
Sentimos la obligación de hablar bajo.

8.11.07

bjork. show 07/11/2007

nunca me siento despampanante

por qué permanezco sentada tanto tiempo?
por qué no corro?
no voy a hablar de la vida y de la muerte
por que no estoy gritando hasta llorar?