Dos pequeños adolescentes futuros ingenieros.
Los veo hablar. Uno lo hace más bajo que él otro, más lento, más patológico.
Parece que no tiene venas, ni nervios, porque las manos se le caen acompasadas por sus brazos, que siempre se mantienen pegados a su cuerpo.
El otro es más alto, tiene 2 o 3 venas más que su amigo porque sus brazos si se levantan y apenas tienen movimiento, pero es visible.
Hablan lentamente de física, respetan el tiempo en el que uno termina de hablar y eso da paso a que hable el otro.
Primero habla el más lento, el otro lo escucha y contesta.
Las palabras que escucho son: motores, desaceleración, generadores eléctricos, potenciómetros. Y relatos de armado de aparatos en general.
Los escucho de cerca pero trato que no me descubran.
Llevan unas mochilas enormes, temo que me maten con alguna máquina que hayan inventado si ven que ya estoy trascribiendo todo lo que hablan.
Se me escapan cosas! términos muy ajenos a mí...son pequeños inventores con ideas enormes.
Empiezan a hacer unos inagotables cálculos sobre como armar un carting.
El carting es del tió del que habla muy lento. Es un invento, porque según explican, el carting va a ser armado para carreras de competición.
Para que sea muy veloz dicen que hay que ponerle un motor de motosierra, si, de motosierra.
Los dos con sus enormes mochilas, vestidos de jogging, hablando de motosierras.
Me río, y me miran por primera vez. Claramente ven que me rei de ellos.
Donde estoy que los estoy escuchando? Qué pasa que me detengo?...
Sigo mirandolos porque se distrajeron, siguen hablando.
Cuando explican algo me asombra como mueven las manos, lento, casi no las mueven, pero las mueven!.
Son inteligentes.
Dicen que no todas las máquinas son peligrosas como los seres humanos comunes creemos, pero las motosierras sí lo son. Yo abro mis ojos como platos.
Y escribo, pero me miran otra vez!
Siguen hablando porque yo disimulo buscar algo en mi cartera con cara de urgencia...
Explican que si uno está usando una motosierra y se cruza una rama de un árbol en el medio el aparato se detieen y eso es una incomodidad.
Ellos son grandes inventores que no quieren incomodidades.
En lugar de desconectar el aparato por el cruce de la rama, dicen, pondrían un interruptor (esto ya debe existir, pienso, hablo a través de mi desconocimiento).
Mejor sería un pulsador...terminan, pero me vuelven a mirar, el que habla más lento se fija en mí.
Me ven tan cerca que se asustan y se alejan.
Hace rato, y tomé nota de esto, estaban compitiendo a ver quien sabía más y yo los descubrí. Descubrí que miserables eran compitiendo con el conocimiento.
Parece que con mi mirada les dije: son amigos!
les doy lástima. Se están yendo, pero el que hablaba más rápido se dá vuelta sobre su hombro, me vé escribir aceleradamente todo lo que retuve en mi cabeza cuando disimulé que no los escuchaba a pesar de la cecanía, y saca de su mochila gigante una enorme motosierra. Con una seña amenaza con cortarme a la mitad.
Su cara está disfigurada.
Me paralizo. Pero veo que de su mochila empiezan a caer cosas como unos repuestos que deben ser rotores, motores, pulsadores, interrumptores...
Son capaces de matar, lo sé. Pienso en si yo soy capaz de matar...
No lo creo.