25.8.06

la calle.

saqué unos papeles pero pensando en sardinas, tengo hambre y debo resolver que comer hoy por la noche.
estoy recién levantada, lavo mis pocos cabellos en la bacha de la cocina. hago espuma sobre mi cráneo y goteo. mis pies se acompasaban inundando el ambiente de charcos.
la toalla me cubre los pelos, uno por uno, lo seco con el secador que también conecto desde el enchufe de la cocina.
mi pelo vuela por 10 minutos, desprolijo y sin formas.
abro la heladera ya con el pelo estático, abrí tres o cuatro veces la heladera para ver la nada esta mañana.
espero algún ruido,sentada. como dos tostadas sin huntar con un café.
ningún ruido me despierta, sigo dormida.
pienso en una vaca sentada.
la tierra cubre los muebles, hay pelos y pelusas en el piso.
papeles y bolsas sobre la mesa.
contemplo la mugre porque sí, tocando mis piernas que estan tiernas y suaves.

siento, y siento que estoy muriendo de amor, él se fué de casa a la madrugada.

pienso en doblarle la ropa que dejo tirada pero mejor no, no estoy obsesiva.
dos tostadas son poco para el tamaño de mi estómago.

pienso en una vaca.

Veo telas, colores mal puestos y mezclados. lavo mis manos dos o tres veces seguidas. no hay ruidos.

Sopla el viento sobre el techo. no es el sonido que espero.

camino por el pasillo naranja, voy y vuelvo 2 o 3 veces, aparece una imagen suelta, el recuerdo de una amiga que no es torpe. esa imagen se conecta con otra, recuerdo que cada vez que salgo a la calle y transito por ellas veo miles de farmacias, una pegada a la otra. olor a zorrino, canales de televisión sin cable, antenas.

siento celos pensando en si él va viajando sentado con una mujer hermosa al lado. una mujer más dulce o delicada. siento frío y me abrigo. no pude peinarme. camino más, intentando oler bien, a fresas, a fresco.
abro la puerta de calle, la vereda está contaminada de gente, solo hay un poco de espacio en el asfalto.

mis pies descalzos avanzan hasta sentir la insensibilidad de la calle.