30.4.08


oh! extraterrestres.

28.4.08

Elsa Garavagno de Amione

Caliento el café por segunda vez en el horno microondas.
(ayer usé el término "máquina de sacar fotos" para sacar fotos)

El lavarropas de casa no funciona, la tapa no hace contacto, hay que tirarse encima de la tapa y apretar como un gorila para que conecte.

Pienso en mi abuela que está viva, mi abuela vieja. No quiero que muera.
Cuando la imito lo hago con cariño. En octubre, para su cumpleaños, estaba felíz porque su hija Marta, la hermana de mi madre, mi tía, le regaló un horno microondas.
Con 86 años aprendió a usarlo. Lo sé pero no lo ví. La imagino calentando leche y papas hervidas.
Mi abuela se llama Elsa. Tenía un perro que desapareció. Algunos dicen que lo mato porque no lo soportaba. El perro estaba más viejo que ella, avejentado.
Elsa se casó sin ganas, con Luis, mi abuelo. Se casaron porque era un trato de campesinos padres. No sé si llegó a amarlo, no creo, pero lo cuidó enfermo casi treinta años.
Odiaba cuidarlo, pero lo hizo mientras curaba el empacho, el ojeado, los nervios, las quemaduras. Como un don, también es excelente tejedora. Ahora desearía me teja un pullóver abrigado.
Elsa es alta y fuerte. Dicen que mi cuerpo se parece mucho a su cuerpo.
A Elsa le robaron plata, perdió un embarazo como a los treinta, y vió morir a una hija de 52 años.
Elsa sobrevivió. Y tiene horno microondas, y una amiga que se llama Albina, con la que juega a las cartas y duermen juntas cuando tienen miedo.
Miedo del pueblo, o de que mi hermana que ya escribió sobre esto, o Marta,o yo nos demos cuenta de todo.

21.4.08

televisión


reflejo, miro tv. para evadirme, reírme y disfrutar.
no quiero que no me respeten por ser televidente.
basta de juzgar al televidente.
quemados

una persona

estoy parada frente a una persona que habla sin parar, la miro, la analizo, veo su cara de "poker" que acompaña su manera estúpida de decir la cosas. Es como una víctima de la crianza de reyes que debe haber tenido.
La veo caminar veloz por los pasillos, y no entiendo porque camina a tal velocidad si no se está incendiando nada cerca. Llego a la conclusión que es la típica persona con cara de persona que dan ganas de asaltar en la calle. Nunca asalté a nadie, no sé como se hace, pero si aprendiera, asaltaría a la persona de las que les estoy hablando.
Uno no asalta por resentido, es fácil pensar que se asalta por resentimiento. Se asalta por necesidad y por observación.
Estoy pensando desde lo que observo, estos pensamientos vienen hacia a mí como murciélagos en el aire, y se prenden a mi cabeza enferma.
otra vez gripe, dolor de cabeza, sin sentido,
No estoy en mi casa, mi casa está lejos, la vecina de este lugar que no es mi casa golpea al hijo casi todas las tardes, el hijo llora, y trata de esconderse pero la madre golpeadora siempre lo descubre, el corre a través de las chapas, de los colchones en el piso, por abajo de las sogas con ropa tendida, de las chimeneas y del sol.
La madre lo golpea cada vez que descubre un escondite, lo deja mudo del llanto.
Ya no quiero ver la escena por la ventana, me encierro y tomo un vaso con agua.

18.4.08

regalo


"Elvis fue un alma generosa, que alcanzó y dió felicidad a millones de personas en todo el mundo, y que aún es respetado y amado por sus iguales. Fue un hombre, un hombre muy especial"
Priscilla

14.4.08

intimidad

llegaba puntual, como casi siempre.
antes de entrar a la sala de Quintana (no era un consultorio), pasé al baño.
Ví un peine de carey apoyado en el lavatorio y lo usé. Batí mi pelo.
Cuando entré a la sala, Quintana se levantó muy despacio, nos abrazamos, me dijo "ahora yo voy al baño".
Mientras agarré los caramelos de su caramelera de vidrio, y analicé detalladamente toda su biblioteca. Adelante de los estantes con libros había todo tipo de objetos maravillosos, muñecas rusas, caballos de diferentes tamaños, pequeños, medianos y grandes, de bronce, animales de plástico, osos, Mafaldas, duendes de Bariloche, fotos de nietos, premios, trofeos, diplomas, banderines futboleros, más carameleras, bolsas de caramelos.
Cuando volvió a entrar Quintana, ya me había comido 5 caramelos frutales. El tardé en acomodarse, dejó el bastón, y yo escondí los envoltorios de los frutales.
Apagó la computadora con sus dedos desviados por el accidente, y me preguntó como me sentía. De a poco empecé a hablar, a contar como siempre partes de mi historia, de mis días y semanas, meses, años, madre, padre. Sacó mi ficha para seguir los nombres de "mis seres" que él fué resaltando en amarillo.
Nos reímos varias veces. Mis relatos le parecían cómicos.
Indudablemente nos caemos bien, pensé.
Comió tres caramelos de miel y menta. Tomó café en pocillo, un café que yo deseaba que me convidara, pero no, la que si convidaba café era una psicóloga de Paternal.
El agua la tomó en vaso y bombilla.
Me dijo que las mujeres, salvo algunas excepciones, limpiamos como pulpos, y como hijas de madres pulpo.
Nos despedimos con otro abrazo interminable. Las despedidas eran más lindas y melancólicas que las bienvenidas.
Fuí al baño otra vez, pero no usé el peine. Me despedí de la nueva "ayudanta" de Quintana, caminé por Av. Santa Fé, olí a un borracho. Seguía con bronca. Aunque noté que algo se había modificado. Pude escribír.

desamor

7.4.08

tremenda


bufamos como burras

tormenta

iba, estaba yendo, pero la tormenta fué sorpresiva.
una lluvia torrencial. horrible, deprimente.
Para no enfermarme esperé debajo de un techo de chapa, el agua por las canaletas a chorros. sentí un fuerte dolor de espaldas.
Las jugueterías se veían lindas y cálidas. Hubiera cruzado para entrar en una y quedarme ahí alojada, patética, recorriendo las góndolas, los muñecos y el plástico.
Me sentía traidora. Necesitaba amar y que me amen. Un sentimiento incontrolable de falta de amor.
El deseo desesperado de finalmente ser querida.
No entré a ninguna juguetería. Esperé que el agua se detenga, me quedé dormida en la calle mojada, me sentí enferma, vagabunda, sola.
se hizo de noche y no lloré.

4.4.08


y la gente te dice "buen findeeee"
en fin