31.7.06

frio

polar.
me duelen los dedos tipeadores...
los pies se doblan para atrás y el cuello está inmovilizantemente decalibrado.
no hay calefacción que me albergue, ni piel que se descongele.
es un freezer.

la ventana explota los vidrios, expulsa los marcos y una oleada gigante de vacío polar me inmoviliza.

se quebriebran mis dedos y ya no tengo manos.

sangro tiras de hielo, perdí los pies, camino con las rodillas, arrastrada por la nieve.

los árboles tardan mucho para cubrirme, están demasiado lejos y despojados.

mi cabeza rueda abajo y cae en un charco congelado.
las orejas se prenden en la escarcha, y no se miran. el resto de mi cuerpo quiebra en una crísis hasta explotar...

nadie se salva...

hasta explotar.

26.7.06

piedras en la cabeza

esquivé las piedras gigantes que caían del cielo.
corrí, moviendo mi cuerpo según ellas.
no me alcanzaron...
estaba felíz porque no había piedras en mi cabeza, había agua chorreando.
toqué el timbre pero nadie abrío la puerta.
me desmayé de los nervios, y de empapada.
me tembló el cuerpo hasta una tos que despertó mi conciencia, y ví el cielo negro.
ya no caía ni una piedra...
dí la vuelta, porque en esa casa no había ni un sonido excepto el ladrido de un perro que era como si fueran mil.
caminé hasta la estación de tren, pero todos me miraban.
me sentí sola entre ellos, y no modifiqué mi expresión. Callé todo lo que tenía que decir, los gritos que tenía que pegar; el fuego quemaba los charcos.
llegó el tren con asientos verdes, dormí, bajé, fumé un cigarrillo y entré a un bar.
ahí estaba él, sentado, pálido, quebrado.
no nos quisimos mirar, pero rocé su brazo y me senté atrás.
una mesa vacía, sin luz, un lugar oscuro, aparentemente gris que se convertía en blanco.
miré su nuca por dos horas seguidas.
su cabeza estaba gacha, nunca giró.
lo odié...
me levanté y salí del bar.
escuché la bocina del tren, viajé, viajé sin mirar a nadie.

25.7.06

"la piel se aja"

estoy indefectiblemente harta.
mi cara se enfrenta al frío. un viento distinto cada mañana.
la velocidad que me cruza con otros, la indiferencia, mis ascos.
no estoy pensando en los botones, ni en lo deshilachado de mi abrigo. Pienso en mí y en nada.
hay una tristeza oculta, no florece. no llego a esclarecer, ni a descubrir, pierdo la memoria,
es instantáneo.
pero no hay velocidades en mi cuerpo, siento el frío. me apago.
los árboles no me ven, están pelados.
llego al lugar con mis botas rotas y los mocos blandos. estoy descompuesta o por descomponerme.
no me descompongo. soy rebelde a los espasmos, me niego a morir.
no quiero.
recuerdo su ojos color café, tomando un café. su estado me hace extrañar como compone su respiración en el aire.
que me perdone por no estar, pienso. que sepa que me equivoco.
mis cosas están revueltas, no sé de que depender.
escucho una frase lamentable: "la piel se aja".
es inútil intentar salvarme en este medio. "salvarse".
voy hacia la ventana, veo lo que hay dos pisos más abajo, pienso en el viento, en el frío rompiendo en las caras que no logro distinguir desde arriba...
pienso en la distancia que hay entre donde estoy y en esa gente que pasa allá abajo.

24.7.06

Juliameayuda: "no come, aspira"

no come, aspira la comida como una aspiradora, y Julia me ayuda a escuchar ese sonido.
un brócoli al vapor termina siendo aspirado por su trompa de oso hormiguero.
estamos atentas, escuchando sus ruidos que ensordecen, el brillo de su lápiz labial se mezcla con una papa hervida y terminan engullidos, uno con la otra, abrazados, bajan por su garganta, confinados en terminar siendo un bolo alimenticio. Es el destino...
ella es marxista.
adelante entonces.
vienen doscientas arvejas unidas entre sí, revientan en su paladar, ni mastica, traga entero.
Julia tiene que aspirar la alfombra, pero "ella" tiene que aspirar el lunes las arvejas con su ruido, la papa, pedazos de zanahorias estranguladas entre sus dedos, el olor a perfume que la mata, la anula.
ella y sus pelos, todos comen espinaca hervida con olor a choclo.
porque también hay choclo, con olor a hormigas, a vómitos de baño.-
todo esto es ella, nuestra querida vecina: "ella"
la vemos por la ventana.
Julia no usó la aspiradora, usó una escoba, barrió la tierra, los ácaros volaron por el balcón.
Julia está harta de usar la aspiradora.
yo también.
nos harta la vida...y la vecina.

21.7.06

una caja de zapatos usados

lo siento apenas pero el me envió una caja de zapatos.
zapatos usados, y húmedos.
Igual los probé y el andar sobre ellos se sentía mágico, como caminar sobre algodones.
No debe ser cierto lo que me dijeron, pensé, pero esas personas de al lado se la pasan gritando.
Están pasmadas en el grito, se sientan de a uno, dos en uno, dos de a dos y uno de a uno.
las sillas no pertenecen a nadie, pero las usan ellos.
caminar sobre algodones...
la avenida está vacía, no hay viento.
las moscas se ocultaron, supongo las volveré a ver.
quiero decír, ya no es verano.
Aqui, y se han ido todos tan lejos.