30.4.07

jack bauer

Superheroes

Vivo dormida. Duermo profundo en los medios de transporte.
Paso estaciones de largo en el subte porque me clavo al vidrio que está en mi espalda, y poderosamente eso funciona como un somnífero ideal.
Llego tarde a los lugares.
En los colectivos me aburro tanto. Mi sien se apoya contra la ventana, golpea y golpea por el movimiento contra el vidrio, pero mi sien no despierta.

Miro a la gente en el subte, están sentados unos frente a otros.
Aparecen contrincantes con quienes compito para ver quien baja la vista del otro primero. Casi siempre gano.
Algunos de mis amigos, los más místicos, dicen que eso hace que yo cargue con la mala energía que me deposita esa gente por haberlos desafiado con la mirada.
Asi iré muriendo de a poco, porque mi energía, la propia, se debilita como la de un caracol, un pez que vomita.
Cuanto miedo, veo, tenemos todos a la locura.
Maquillarse en el subte es síntoma de locura, peinarme, batirme el pelo con Spray Alberto VO5 en un colectivo es el colmo de la perdición, lo veo en esas caras desconcertadas, desubicadas...

Y porque? si todos estamos locos y tenemos los mismos sindromes, pero estamos empeñados en ocultar o no asumir las grandes verdades.
No queremos liberarnos por el miedo a que eso implique un disfrute de la vida.
Todos encasillados, viviendo en cajas.
Si yo fuera verdadera quizás me convertiría en una asesina serial, mataría a cualquier desconocido solo porque no me gusta como me mira o porque su estética es patética o porque no supo combinar colores o texturas...(a mi también me pasa).
Y no hablo de falta de recursos o pobreza. Hablo de gente de clase media, de los que tienen la posibilidad.
Yo debería inmolarme.
Mi hombre también está loco, por ejemplo hoy me contó por teléfono que compró tapones para sus oídos, no quiere escuchar más el ruido insoportable del subte.
Dice que en las indicaciones de como usar los tapones explican que es para manejo de maquinarias, actividades acuáticas y ruidos de medios de transporte. Así justificó la compra.
Intimamente, esa gente que va sentada y de repente, con un ataque de nervios tapa sus oídos por el chillido del tren contra las vías, me parece manifiesta un tipo de locura intolerante. Están hartos.
Son cosas cotidianas, y si ya no se puede tolerar la cotidianeidad...que haremos?
Por ejemplo, cuando estoy en los andenes de las vías esperando, píenso en tirarme, y al escuchar el tren, quiero saltar como un superhéroe de nuevo a los andenes para salvarme.
Verdaderamente, lo que quiero, es salvarme.
Lo digo en serio.

26.4.07

a los cajones

Quería ponerme o ponerse ella un metro de puntilla en un vestido cosido a máquina de color rosa que tenía estampados unos triángulos minúsculos de diferentes colores, en su mayoría azul. Creo hoy que eran unos cucuruchos de helado.
Por suerte me negué a que me ponga un metro de puntilla de volado.
El vestido me gustaba tanto, sobre todo en la cintura porque tenía un drapeado.
Lo usé hasta que me quedó chingado...
Pero era ella la que quería la puntilla!!! cada vez que me ponía mi vestido me decía que faltaba la puntilla.
-la puntilla se ensucia. Le decía eso como excusa pero ella seguía creyendo que la puntilla era fundamental para la prenda.

No era una venganza, pero de vez en cuando revisaba sus cajones.
Veía absolutamente todos los que estaban en la casa, los que le pertenecían. Descubrí donde guardaba los anticonceptivos, las cartas, las estampitas, los recuerdos...
Para mi gusto los dos más valiosos eran los cajoncitos cuadrados a los costados de la máquina de coser, había de todo en esos: carreteles de madera con hilos que formaban rayas, cintas al bies, cierres arrancados, otros sin usar dentro de paquetitos de nylon. Botones enredados en unos hilos sueltos que sobraban.
Cuando encontraba el dedal lo usaba para la extremidad de mi dedo, y así forjarlo para pegarle al mundo con mi dedo metálico sin que duela. Una tijera filosa, oxidada, unas tizas blancas para dibujar sobre la ropa.
El alfiletero era color azul, acolchado, de paño, con puntillas a los costados. Tenía pinchados alfileres con cabezas de color rosa o verde que me parecían entes con algún poder.
Y siempre ganchitos sueltos, de color negro, salían de unas cajas amarillas, se perdían en el fondo. Ella los usaba para abrochar polleras o vestidos. Parecían hormigas en un cajón.
También estaban las puntillas...transparentes y de algodón.

Pero por qué ella quería poner puntilla en toda mi vida?
Estuve un poco enojada por eso y creo que aún lo estoy.
Ella creería que porque cosía para mi y hacía mis vestidos porque no habia para comprar ropa podía meterme puntilla en todo el cuerpo?
Mis vestidos cosidos por ella por supuesto eran mejor que los comprados, eso era hermoso. Tenía ideas, sabía como combinar los colores, como cocer y que yo me sienta felíz.

Una vez hizo las cortinas para mi habitación con volados y puntillas. A todo le ponía flores, flores estampadas...

Creo que el colmo fué cuando tapizó las lámparas con telas y flores, no solo los veladores, también las lámparas del techo! a algunas les puso moños.
La ví hacer con la base de una lámpara del techo, un velador que después forró con tela, si, y otra vez con flores.

A algunas cosas pude decirle que no, y elegir si me gustaban o no.





25.4.07

The Maids



al pobre Jean Genet lo abandonó su madre en un hospicio cuando él tenía 7 meses, ella declaró ser Criada, Sirvienta.

24.4.07

buitres sin estres



bastaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Se revuelve presionando entre electrodos. Presiona, grita,gime de placer por sentirse de cama.
Somos todos los que habitamos este cuarto una parte blanda sentada en una silla, esperando otro cuarto de una pastilla fosforescente. Mete miedo, dice con las partes de su cara enfurecida:

-Te parece que me estoy riendo? Estoy riendo, sí, pero llorando a la vez!...
Soy un buitre en un árbol desnutrido.
Adonde lo llevan? Me ahogo, me ves?.
Qué traen en esos recipientes?...Agua, es agua clara para nutrír el árbol.
Ahora crecerán mis plumas, mi cabello.
Cuantas mentiras nos han dicho!!! Dijeron que nos buscarían y curarían.
Quieren chuparnos la sangre y tragarse nuestras pieles. Estoy helada, pero a la vez mi cara está roja de la bronca, va a estallarme...tendré fiebre?.
No me gusta este clima. Envidio a todos los que vuelan por encima mío, por arriba de este árbol y de mi estado anímico. Estoy celosa de ellos y no voy a dejar de mirarlos hasta que caigan. Los observo hasta que caigan, no puedo hacer más que mirarlos hasta que me teman.
Así es mi delirio.

Y muere.

23.4.07

chocotorta original

4 paquetes de galletitas Chocolinas o similar
-(que galletitas son similares a las Chocolinas?)
500 grs. de dulce de leche consistente
-(repostero?)
500 grs. de crema de leche no líquida
-(carísimo, y no sé cual no es líquida)
Una "barra" de chocolate en "barra" (textual)
Café instantáneo disuelto en agua tibia.
-(un café vendría a ser)

Preparación:
Mezclar el dulce de leche con la crema. Remojar las galletitas en el café y ponerlas en un molde cuadrado, una al lado de la otra.
Colocar una capa de galletas, una capa, una capa!!
Unir la preparación (no entiendo esto).
Ah! no, es así, colocar una capa de galletas y una de la preparación (o sea el dulce de leche con la crema).
En total 6 capas de cada una.
capas, capas, capas.
Todas las galletas deberán estar remojadas en el café!!!!!!!!!! sin excepción.
Rallar la barra de chocolate sobre la torta.
La crema de leche puede reemplazarse por queso crema para que sea menos dulce (esto para mí te lo tienen que decír antes porque yo cambiaría la crema por Casancrem, ni hablar, si es más dulce o no, me dá lo mismo).
Dedicado a mis amigas chocotortas.

11.4.07

El hijo de Ly Men

otra vez llueve, ponete las botas de goma, el piloto, agarrá el paraguas que está en el lavadero, poné tus cosas en una bolsa de plástico, y no te arruges la ropa.
Sé sensato.

Eso le dijo Ly Men a su hijo.

El hijo se despidió de su madre, con unas gotas de leche en sus labios.
Caminó por la calle en vez de las aceras.
Metió sus botas en el barro, vió el reflejo de las gomas en los charcos. Se tiró en los juncos del costado del camino, arranco algunos con toda su fuerza, los arrancó con tanta fuerza que pudo ver las raíces embarradas de esos juncos, metío las manos en los huecos del barro y de la tierra inundada, se embarró hasta los codos enterrandose a sí mismo pero 5 o 6 lombrices le rozaron los ojos y los labios, y pensé en tragárselas. Tragó 4 lombrices como si fueran dulces, y le parecieron sabrosas.
Salió de ese barro, trepó por encima de los juncos, caminó por la calle otra vez, y se sintió tan solo...

10.4.07

este es Lorenzo


Lorenzo es el hijo de mi amiga Julia, que amo y es hermosa, y de mi amigo Eze, que amo y que es el tipo más bueno y de corazón grande del universo.
Estoy felíz por la llegada de "Lolo" y por mis amigos.