25.10.06

la molestia

La Sra. Anetoil está sentada en su escritorio, engulliendo un pedazo de pollo mezclado con puré a la misma velocidad que la de un cerdo.

mientras la observo pienso si ella no capta cuanto molestan los ruidos que emite al masticar con la boca abierta, y su comportamiento en general con los demás.
Mientras come, planea que hacer, grita a la vez, y con los restos de comida que le quedan en la boca deletrea una sigla que lee en un cartel como si fuera un indio.
De una, traga y pregunta que diferencia hay entre un transexual y un intersexual. Nadie le contesta.

El otro día, la Sra. Anetoil dijo, sin usar aceite, como lo hace con las ensaladas que come y traga enteras para no engordar su culo que si o si engorda porque asi se lo ha heredado la arpía de su madre, y todas sus tías gritonas; que durante una relación sexual "normal" una mujer no puede tragarse el semen de un hombre.

Al mismo tiempo describió como llueve dentro de su casa a causa de las goteras que tiene y que nunca arregló "para no gastar en pavadas", contó también como se le mojan las pilas de papeles que acumula, a la vez dijo que tiene una prima que es policía que lleva una pistola.

La ví oler las hamburguesas de los platos ajenos, deseandolas pero sin comer por miedo a llenar un poco más sus polleras de largo negro.

Un día, habló de las ganas que tiene de irse a un tour a San Clemente, donde por
supuesto sirven un almuerzo contundente, que además incluye avistada de lobos marinos, pinguinos y delfines.

Ahora mismo la estoy viendo robar galletitas y bizcochos de los paquetes que no son suyos...la escucho como pide y reclama a gritos por teléfono a las casas de comida porque nunca es suficiente, las porciones son demasiado chicas!!!! jamás están bien preparadas y siempre falta un ingrediente de los que ella habia encargado.

la Sra. Anetoil hace dos meses dejó de comerse las uñas e instaló un esmalte de sabor amargo sobre ellas para dejar de devorarlas, actualmente las lleva largas y rasguña a un hombre como anhelaba en sueños.

A pesar de esto último suceso, está histérica y habla mal de su madre que aún vive y que es su única y vieja amiga.

Percibo cuando pasa por mi lado la cantidad de sobres de sacarina que oculta en su cuerpo y que fue robando de encima de los escritorios, tantísimos sobres para condimentar los 7 cafés repletos que toma por día, los deposita en su cartera junto a otros sobres de azúcar que lleva encima para cuando le agarran mareos, porque la presión se le baja hasta los pies cuando los nervios se la ponen de punta ni bien hace un día de calor, entonces traga sobres de azúcar enteros.
Cuando se marea no puede caminar, abre, cierra, abre, cierra, abre y cierra, abre y cierra las ventanas por día unas 24 veces o más. Son esas ventanas cagadas por palomas que se posan porque ella las alimenta con un kilo de mezcla de mijo, semillas de girasol, lentejas partidas y arvejas secas cada 2 horas.

Se queda quieta tocandose la cabeza, hasta recuperarse y confesar muy intimamente y por lo bajo que en el tren la rozan algunos hombres porque viaja muy apretada, el tren está lleno de gente rea!!!! describe como aspira el aliento de todos esos tipos de pieles de color negra.

La Sra. Anetoil no falta nunca nunca al despacho, parece fascinada con su única salida: el despacho de oficina.

Hoy no vino, la busco y no está. Sé que telefoneó bien temprano diciendo que su nuevo novio está descompensado y que lo va a acompañar durante todo el día en el hospital.