9.11.06

lineas

ni una línea de fiebre, aparecen dos líneas deformadas y sin contorno.
no es el momento ni hay augurios de que se definan.
contengo,
contiene la misma piel de un chivo cada mano que muevo, porque duele y duele el encierro en noviembre.

ninguna posibilidad de quitarme estos pantalones rojos...sangre cae por mis rodillas, finita, gotea y escupe los zocalos, el piso y mis pies.
si mis uñas parecían reales ahora se vuelven barníz.
las marcas, las pisadas de ellos que me dejaron, me abandonaron herida en esta galería de plumas de cuervos muertos, negros.
no volaban, yo los vi, no volaban ni me buscaron.
no tenian hambre de nada, y ahora que chorreo sangre se enferman y caen.
no voy a pisarlos, se saltar...
se saltar, sabía, pero ahora no, no puedo dar dos pasos sin mi máscara fetiche que está lejos, allá arriba de la curva, de las plumas...
mis pies se fijan en chorros de brea que escupe una máquina, así, desnuda e inmóvil, me arrodillo y pido perdón.

perdón.