19.6.07

una mañana de un día

Tremendo malhumor.

Incapacidad física, poca movilidad.
Pelo desgraciado.
Gravisímo.
Gravedad.
El secador de pelo está enchufado, funcionando.
La canilla del lavatorio abierta. Corre el agua que está a punto de salpicar el cable del secador de pelo, o el enchufe, y dejarla electrocutada.
Que mañana...
Mejor cerrar el paso del agua o la llave de paso.

Ella hora vé a un pez ciego nadando en la bañadera, pero el gato negro que camina diariamente bordeando la bañadera se lo come.
Como el pez era ciego no pudo escapar.
El gato vomita al pez, que ahora ya es atún...
Ella lo limpia, y descubre que no puede tragar porque tiene algo en la tráquea.
Teme deban hacerle una traqueotomía.
No puede tragar!
Busca unas pastillas, que sean ricas y que le pasen el dolor, y por la tráquea.

Desnuda, está tomando una pastilla, secándose el pelo, viendo al gato que escapa.
Se mira los senos en el espejo del botiquín del baño.
Desnuda e incómoda en su propio cuerpo.
Y sin ganas de nada.
Pero sigue.
Ya es una mujer contracturada, con horas de sueño mal acumuladas o mal distribuídas.
Apaga el calefactor porque el calor la asfixia y eso mismo es lo que la mantiene desnuda.
Es una forma de ventilarse pero que la lleva a vestirse.
Se viste por fin.
Sale a la calle cansada.
Destrozada.
Así empíeza el día.