hierro caliente que hierve al sol.
como podría defenderme?
todos estamos tristes y mudos. Casi muertos.
El aire helado cruza por una ventana sin vidrio. Congela el espacio para siempre.
Este momento se hace eterno, como los gusanos que muerden nuestros pies al ras del suelo.
El mismo aire nos desnuda. Todos necesitamos agua limpia. Pero unos más que otros.
Yo necesito menos.
a los que reclamaban el agua, los baña a baldazos una tormenta negra llena de raíces y barro.
Congelados y mugrientos, los recién bañados se vuelven locos, y no perciben que están inmóviles.
Los secaron. Los endurecieron.
Ahora van a permanecer estáticos, como héroes.