19.5.08

estaba leyendo, un domingo, tirada sobre los dos colchones.
sentía después de largo tiempo que había en ella cosas valiosas. Había estado escondiéndose y despersonalizandose mirando televisión. El sol entraba por la ventana, el aire dominical, la masturbación, la volvían la niña imaginativa y de pueblo que alguna vez habia llegado a respetar.
domingos como pocos y ultimamente. Un domingo como antes de las muertes, de comida casera, de madre, de mediados de mayo.
a través de la ventana se veían los árboles guardianes desgarrados por las hojas.
la canilla del baño estaba goteando.
como oscurecería este domingo? pensó tirada sobre los dos colchones.
que haría para no volver feas las cosas?
se lavó los dientes, y juró no volver a mirar televisión. El programa de las 14 la tentaba.
Había pelos de gatos por todos lados, pelos de mujer, pelos de cuerpos.
Barrió, comió. Miro televisión.
Amó ese momento.