4.9.06

pulcritud

lo veo, lo veo viniendo hacia mí, descompuesto de los nervios, "estoy tenso" me dice, y se queda mudo.
en ese mutismo pienso, en todas las cosas que me olvidé, las llaves, un toallón, un peine y un shampoo. vengo olvidando mis cosas por todas partes.
tomé taxis todo el fin de semana porque sentía que no podía caminar de los calambres, de sentirme sola, de extrañar su cuerpo. no quería llegar a un lugar lleno de polvo. Necesito pulcritud. hay momentos en los que solo quiero ser pulcra, para no alarmarme sobre otras cosas de mí.
mi cara se vió reflejada en un espejito cubierto de plástico rojo, chino.
no me permití más, olvidé la jabonera, olvidé unas bolsas.
tomé taxis porque lo extrañaba, tantos, tanto que no nos pudimos dormir hasta que hicimos el amor.
sexo.
explico, qué, cociné y fuí rompíendo objetos, frascos, saleros, pimenteros, vasos.
barrí vidrios, abrí la canilla y me moje, mojé todo, los azulejos, las paredes, la heladera. si me quedara electrocutada sería mejor, pero no, sequé las cosas, y me envolvi más en esa cocina que es como una prisión adentro de un estado devastado.

mi sentimiento de romper todo se transformó analgésicamente en otra cosa, me senté, comí y seguí extrañandolo, hasta que, finalmente, se vilvió loco y empézó a gritar porque no podía prender la estufa. nos moriamos de frío, pero no podiamos pedirnos perdón por nada.
demasiada bronca.
nos acostamos, yo leía a Sarah Kane, y eso era mejor, increíblemente mejor saber lo que significa escribir así, esas cosas. El tapado con un almohadón porque le molestaba mi luz, mi lámpara.
amor, y más amor en ese almohadón rosa, y las fundas, y las sábanas.
me pidió perdón y se liberó, me liberé.
dormimos, babeando, abrazados hasta hoy.
hoy lo voy a volver a ver, como siempre.