Estoy parada en el pasillo esperando me abran la puerta.
Escucho ruidos, movimientos, el ir y venir de las personas, las conversaciones de los que están juntos, el silencio de los que están solos.
la espera hace que analice lo largo del pasillo, que es angosto, las paredes son blancas y húmedas, las puertas de todos los departamentos o depósitos de color marrón.
No hay ventanas, no hay luz más que la artificial de los tubos en filas.
La luz no es continua, se apaga cada 3 minutos, con un botón rojo que está cerca mío la vuelvo a prender...
Escucho y escucho. Todos los ruidos del edificio, las corrientes de aire cuando las puertas se cierran o abren.
Escucho a alguien bajar por las escaleras, alguien que no ha tomado el ascensor, es extraño porque estoy en un 7ª piso.
Llego a ver los pies que bajan, es un hombre chino, vestido con ropa deportiva, y una gorra, tiene anteojos.
Me mira, lo miro, y me doy vuelta hacia la puerta, sigo esperando que me abran.
Un hombre chino espía lo que hago.
Un hombre chino está parado detrás mío ahora.
Me está respirando cerca, hiperventila él, hiperventilo yo.
Mira mi nuca.
Miro sus pies tan cerca de mi cuerpo.
Siento que analiza los pelos sobre mi cabeza.
Debe preguntarse cosas.
Todo tipo de preguntas.
Se produce un desorden en mí.
Puede ser fatal, y lo pongo al tanto con mi desesperación.
ya está al tanto...
veo que sus manos colgando, tiemblan.
Pienso que va a ahorcarme...
Me doy vuelta y tiene una sonrisa puesta en la cara.
La sonrisa siniestra.
Me abren la puerta, entro desesperada.
El está afuera.
Esperando no sé que...